viernes, 7 de diciembre de 2007

Entrevista a una Educadora de Parvulos

ENTREVISTA

Nombre de la entrevistada: Lisset Tauying Espinoza Chung
Edad: 26 años
Profesión: Licenciada en Educación y Educadora de Párvulos
Agente de Ventas

1. Hablando de su época escolar, ¿qué cosas fueron importantes en toda esta etapa?

R: Principalmente lo más importante fueron los profesores y profesoras que formaron parte en mi formación. Y creo yo, a lo mejor para otras personas no sería algo bueno, pero para mí, haber pertenecido a más de un centro educativo me benefició, ya que ahora puedo hacer comparaciones y establecer que tan bueno fue cada uno de ellos, de acuerdo a lo que ahora manejo en información relacionada con la educación.

2. ¿Siempre vio la educación como algo llamativo, que le gustaba?

R: Desde pequeña me gustaba jugar a la “profesora”, pero creo que eso le pasa a casi todos los niños, así que no es lo fundamental en la decisión de estudiar algo relacionado con educación. Creo que las buenas experiencias que tuve con profesores durante toda mi enseñanza me motivó a seguir sus pasos y tratar de igualar esa manera que tenían ellos de relacionarse con sus alumnos. Además, siempre teniendo presente las malas experiencias, no siempre todos los profesores te marcan de forma positiva, quise ser un ente educativo que dejara una huella positiva en los alumnos, tal como lo hicieron conmigo muchos de mis profesores. En síntesis lo que me gustó fue la manera humana y cercana en la relación profesor- alumno a la que tuve acceso.

3. ¿Qué detonó la elección de su carrera, cuéntenos algunas anécdotas, y como fue su experiencia en la practica profesional?

R: Como te dije antes, lo que motivó que estudiará Educación de Párvulos fue las buenas experiencias que tuve durante mi educación. Por otro lado, siempre me gustaron los niños, creo que es la mejor etapa de la educación. En esa etapa trabajas todo lo que deseas, los niños son moldeables y puedes hacer cambios significativos en ellos, no así cuando avanzan en el ciclo escolar. En educación media o básica por ejemplo, los alumnos ya han adquirido costumbres y formas de relacionarse o resolver problemas, y frente a eso muy poco puedes hacer ya que están formados. Si un niño tiene una buena experiencia en su primera etapa escolar, creo que eso te asegura casi un cien por ciento que en su futuro estudiantil será mejor, mirarán la educación con ojos más amables. En relación a mi práctica profesional, puedo decir que tuve la suerte de trabajar en un centro educativo ya conocido, y con un grupo de apoderados totalmente comprometidos con la educación de sus hijos, eso te ayuda de sobre manera en esa instancia. Pude llevar a cabo varios proyectos en beneficio tanto de los niños, padres y centro educativo, como por ejemplo: clases de educación física para el jardín completo, con la ayuda desinteresada de un profesor de educación física, mejora en la apariencia de la sala de clases –se pintó- intervino de manera educativa y con sentido pedagógico, etc.-. Mi práctica profesional la realicé en un centro educativo perteneciente a la JUNJI, en la comuna de Estación Central.

4. ¿A qué se dedica actualmente, cómo fue su experiencia en las instituciones en las que ha trabajado?

R: Actualmente estoy estudiando Lenguaje de Señas y trabajando de forma intermitente para la Fundación Innova, la cual trabaja en comunión con el Programa Fosis. Mi función es apoyar pedagógicamente a niños y niñas que asisten acompañando a sus madres a las capacitaciones que la fundación imparte con el fin de sacar a las familias del círculo de la pobreza. Los niños que asisten fluctúan entre los 3 meses de edad y 12 años, por lo tanto no se cuenta con una planificación única y estable, y se adapta según las necesidades diarias. Les ayudo a los niños/as a realizar las tareas que les envían desde sus respectivos centros de estudios, se practican dinámicas y juegos. Mis experiencias en general han sido positivas, pero en relación a los centros educativos en los que participé durante todas mis prácticas, el punto de tope siempre fueron las Directoras, creo que JUNJI debe supervisar mejor ese ámbito, hay que dar paso a gente joven, con ideas nuevas.


5. Cuéntenos algunos datos importantes en su vida, que la guiaron a realizar su tema del yoga en los niños preescolares.

R: Era un tema que ofrecía la universidad, y me pareció el más interesante de trabajar. Antes no lo había pensado, sólo miraba el Yoga como forma de vida para algunas personas que encontraba hasta medias “rayadas” con eso de la conexión con su ser interior y demases, jamás se me hubiera ocurrido la idea de vincularlo con educación y menos con la Educación Parvularia.

6. ¿Por qué escogió el yoga, como tema para su tesis? Fundamente.

R: Más que escogerlo, a la hora de optar por uno de los temas que la universidad ofrece a las alumnas seminaristas, encontré que este era el más novedoso y atractivo de investigar como te mencioné anteriormente. Además, al conocer los objetivos del seminario me di cuenta que el tema ofrecía realmente un desafío, ya que era la primera vez que se vinculaba la disciplina de Yoga con las Bases Curriculares de la Educación Parvularia, ofreciendo una posible alternativa educativa.


7. ¿Ha realizado alguna vez yoga?

R: Sólo en un par de ocasiones y en conjunto con los niños del centro educativo en el que yo participaba a la hora de la construcción de la tesis, y siempre con fines investigativos. Recuerdo que necesitábamos saber que tan efectivas eran las posibilidades que estábamos ofreciendo a los párvulos en la tesis, por lo que se decidió practicarlas en terreno para conocer su factibilidad antes de llevarlas al papel.


8. ¿Cuál era su conocimiento frente al yoga, antes de comenzar su investigación?

R: Ninguna, sólo de oído o lectura en alguna revista.

9. ¿Quedó satisfecha con todo lo que se informo?

R: Puedo decir que si, aunque no completamente. Lo que el grupo seminarista en el cual trabajé realizó es sólo el primer paso, en esta fecha se está llevando a cabo de forma práctica en terreno, tarea que está en manos de otro grupo de alumnas seminaristas pertenecientes a la carrera. Cuando se establezca que el Yoga realmente puede usarse como una alternativa pedagógica, y que está avalada por el Mineduc, creo que la tarea puede darse por completa. Si los resultados no fueran los perseguidos, habría que dar paso a investigar sobre otras posibilidades o alternativas que beneficien a los párvulos y que mejoren la calidad de la educación.


10. ¿En qué lugares del mundo, se empezó a mirar el yoga como una ayuda para los niños en edad preescolar?

R: La primera persona que usó el Yoga en una sala de clases fue Micheline Flak, en Francia (Collage Condorcet A París), en el año 1973. Dicha profesora es Doctora en Literatura Americana, Profesora de Inglés, Profesora de Yoga e Investigadora en la Aplicación de Técnicas de Yoga en la Educación.


11. ¿Cuéntenos su experiencia personal?

R: La experiencia en la realización de la tesis fue muy gratificante. Tuve la oportunidad de conocer y trabajar con otras alumnas de la carrera, fue un trabajo enriquecedor ya que la profesora guía sólo era eso, un guía, por lo que nosotras debíamos buscar, investigar y cuestionar toda la información que recogíamos, no así en los años de formación en donde te entregan una guía y estudia y es así, y prueba. Además de eso se creaban instancias de discusión en el grupo, ya que no todas estábamos de acuerdo en todo siempre, dichos momentos me hicieron crecer bastante y aprender a valorar el trabajo en equipo y tolerar las opiniones del resto, más aún cuando eran personas con las que trabajabas por primera vez y para el desafío más importante de tu formación profesional. En términos generales fue una buena experiencia, me permitió conocer a valiosas personas, y conocer a una profesora más que profesora, amiga y alumna como una.

12. ¿Qué ideas podría aportarnos para nuestro proyecto, en el que usaremos el yoga para disminuir la violencia intraescolar en las aulas?

R: Creo que como aporte les puedo decir que sería oportuno tanto trabajar con los alumnos, como con la familia, pues nada consiguen al trabajar sólo con el niño, ustedes aportan el cincuenta por ciento de su formación, pero el otro lo ofrece la familia y dejarla fuera del proyecto sería trabajar en vano. Todo lo que ustedes puedan ofrecer a los niños/ as quedaría en casi nada si a diario conviven en un ambiente hostil y violento. Y por otro lado, no con un fin pesimista, es decirle que no todas las familias estarán dispuestas a trabajar, no podemos cambiar el mundo, eso es utópico, pero no se desilusionen y saquen el mayor provecho de aquellas que están dispuestas a cooperar.

13. ¿Quienes fueron participes de su búsqueda de información acerca del yoga para los niños?

R: Las personas encargadas de recoger todo tipo de información fueron las once alumnas seminaristas. Visitamos centros de Yoga, bibliotecas, sitios web, etc.


14. ¿Podría darnos fe que este método utilizado en niños preescolares, dio un resultado satisfactorio?

R: No, nuestra tarea fue investigar el tema, y conocer la factibilidad de que los niños/as realizaran las diferentes posturas que ofrecía en manual. El resultado se conocerá a fines de este año, cuando las alumnas que están aplicando nuestra tesis en terreno entreguen sus resultados.


15. ¿Cómo era Ud. antes de entrar a la universidad, y cómo es ahora?

R: Antes de entrar a la universidad puedo decir que era más temerosa de integrarme en conversaciones con personas mayores, desconocía el mundo de los padres, me aterraba hablar en público y con mayor razón con personas que nunca había visto, no sentía la necesidad de saber más, odiaba el trabajo en grupo, no confiaba en la capacidad de las otras personas. Todas esas situaciones las fui superando durante mi formación, me abrió muchas puertas y me permitió demostrar que soy capaz de eso y mucho más, simplemente depende de mí.
Durante mis años de formación profesional viví un sin fin de cambios personales, aprender a trasnochar para dar fin a un trabajo, saber equilibrar mis tiempos para cumplir en todo correctamente – la casa, la familia, la universidad, los amigos, los pololos, etc.- no permitir que la universidad absorbiera mi vida, uno estudia pero también vive, etc. Aprendí muchas cosas, crecí como persona y profesional, ahora no me asusta llegar a un lugar con gente desconocida, no temo preguntar – no hay preguntas tontas, hay tontos que no preguntan-, no me da miedo el ridículo más bien lo disfruto, me gustaba la lectura, ahora la amo, aplico todo lo que sé siempre, con cada niño que tengo a mi lado, no soy Educadora dentro de una sala lo soy las 24 horas del día.


16. ¿Siente que ha habido cambios?

R: Sería redundar si te lo cuento otra vez. Te lo respondí en la pregunta anterior. Muchos cambios y todos positivos.


17. ¿Dudó alguna vez acerca de su carrera, pensó en cambiarse? ¿Si así fue, que la llevó a cuestionarse lo que estaba estudiando?

R: A pesar de haber pasado por momentos críticos durante la formación, esos típicos, asignaturas que no entraban en la cabeza por nada del mundo, pruebas finales que te hacían peligrar, etc., nunca dudé sobre mi vocación, la amo, me encanta trabajar con niños, es un desafío crecer junto a los padres, me encanta la educación en este nivel. Sin embargo, ahora dudo. La profesión está muy mal catalogada en el ámbito laboral, está desprestigiada, cualquiera se cree Educadora, no es remunerada como corresponde, y está saturada gracias a la “gentil cooperación” de una infinidad de institutos que ofrecen al mercado “Educadoras” con formación de 2 años. En fin, recién me titulé, no me asusta lo que venga, seguiré perfeccionándome para así poder optar a mejores posibilidades de trabajo.

18. Nos podría narrar algunos hechos importantes en su vida, que sienta que son temas superados.

R: No creo haber vivido eventos traumáticos que me marcarán de alguna forma para dar pie a decir que los “he superado”. He pasado como todo joven por situaciones normales, padres separados, familia disfuncional, termino de relaciones de pareja, muerte de seres queridos – aunque no tan cercanos, por eso no me he visto afectada emocionalmente- , y he sabido salir adelante, sólo por el hecho de que la vida es así y nada sacamos con lamentarnos, la vida sigue no tenemos derecho a parar.

Bueno, muchas gracias por el tiempo que nos ha concedido, dijimos nosotros.

De nada respondio Lisset muy amorosamente, agradeciendo que la consideraramos para nuestro trabajo.

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